Valle de Guerra es un pueblo perteneciente al municipio de San Cristobal de La Laguna, en Tenerife, Islas Canarias. Se halla situado en la comarca nordeste de la isla, bañado por el Atlántico, lo que lo hace, tradicionalmente, un pueblo pescador y agricultor.
Valle de Guerra,
guardián de sus valores tradicionales
Valle de Guerra conforma uno de esos núcleos laguneros donde sus habitantes se sienten afortunados. Afortunados de vivir en torno a un patrimonio natural que combina la belleza original emergida de su costa con sus valores etnográficos y arqueológicos, que se han mantenido gracias al empuje de sus vecinos.
Con una tradición agraria muy arraigada, este pueblo ha sabido conservar siglo tras siglo una destacada riqueza histórica y cultural que se ha mantenido intacta en su acervo popular. La Librea, enmarcada en las Fiestas de la Virgen del Rosario es una muestra clara de cómo los orígenes de este pueblo mantienen, reafirman y difunden con más fuerza cada año. Esta importante manifestación cultural y etnográfica que cuenta con más de cuatro siglos de historia se ha impulsado para su consolidación como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial.
Una representación de teatro popular basada en la Batalla de Lepanto de 1571 entre turcos y cristianos, que se realiza coincidiendo con la celebración de las fiestas en honor de Nuestra Señora del Rosario, patrona de este pueblo lagunero. El paso de los años ha reforzado esta costumbre popular que se sigue celebrando con brillantez entre sus vecinos que participan directamente de esta fiesta, pues son ellos mismos quienes la confeccionan.
Gente trabajadora, los valleros han sabido proteger el espíritu luchador de sus primeros moradores. Y esto se refleja en lugares como La Barranquera, la Hondura, la Biromba, El Realejo, la Herreña, El Cantillo, las Toscas, Juan Fernández, El Puente, La Plaza, El Moral, Lomo Solís, y en la zona alta Los Collazos, San Francisco, El Vino, o El Consumo, parte de la historia reciente del Valle cuyos habitantes protegen sus costumbres y sienten orgullo por su tradición.
Porque sin perder su idiosincrasia de pueblo reclaman la comodidad que concede los nuevos tiempos, los servicios y dotaciones de las que hasta hace no mucho carecían, mejoras que se han ido consiguiendo en los últimos años con la colaboración de su administración más cercana, pero sobre todo, gracias al empuje de estos vecinos, que han hecho que Valle de Guerra asuma un imparable proceso de revitalización.
En ese sentido, el ayuntamiento ha ido respondiendo a históricas demandas en diferentes lugares, tales como la recuperación del Camino Real, antigua vía que comunicaba el pueblo con el resto del municipio, un proyecto municipal que ha permitido readecuar el tramo de dicho Camino Real más cercano al centro, de casi medio kilómetro, denominado Callejón de Los Frailes, que discurre entre la plaza de la Iglesia y su intersección con la carretera general Valle de Guerra-Tacoronte.
Los valleros han visto en poco tiempo actuaciones en instalaciones tan necesarias como su campo de fútbol Gregorio Dorta, un proyecto que en breve concluirá con la construcción de la visera de grada y la construcción de un muro de contención que le dará mayor protección a sus usuarios. Además se ha dotado al recinto de alumbrado, con lo que se mejora notablemente su seguridad.
Se han realizado pequeños trabajos -necesarios para mantener la calidad de vida-- como la mejora de la red de pluviales del entorno de la Plaza de la Iglesia y la intersección del Camino de Moya con la carretera general, o la ejecución de la red de alcantarillado de El Homicián y el Camino Juan Fernández y otros que ayudan al embellecimiento del entorno, como el pintado de la Plaza de la Iglesia del pueblo, o la instalación de nuevos módulos de juegos infantiles en la plaza de El Consumo, así como en la plaza de La Hondura, donde también se han colocado nuevas vallas de protección y realizado trabajos de eliminación de barreras arquitectónicas. Y se han acometido diferentes proyectos en los colegios Ayatimas y Lope de Guerra, que han cubierto viejas necesidades.
La renovación del alumbrado público de La Barranquera y el alumbrado de la urbanización Valle Verde han sido importantes actuaciones municipales que se han realizado en estos lugares contribuyendo a la seguridad de sus habitantes.
Recuperación ambiental
En su costa se ha llevado a cabo la ejecución de un proyecto municipal para su recuperación medioambiental que ha ayudado a resaltar su gran valor natural, al tiempo que facilita su disfrute por parte de los ciudadanos.
Para ello, también se ha llevado a cabo la limpieza en varios barrancos de la zona de La Barranquera, que se ha beneficiado además de la construcción de un gran aparcamiento, y en el espacio conocido como los Tarajales, donde se han acondicionado los accesos y huecos situados en esta masa vegetal, que son utilizados por muchas personas que acuden a disfrutar del litoral de Valle de Guerra, además de las labores en el litoral hasta la zona de El Apio.
Ha sido relevante igualmente la limpieza del cauce del barranco del Tomadero en la zona de las Toscas de Abajo, y de otros muchos como en El Boquerón, El Lirio, El Tanque y Las Cuevas.
Por su parte, los barrancos de El Tanque y Corazón de Jesús se han sometido a diversos trabajos que han resuelto los puntos críticos de su red de saneamiento y se ha ejecutado el rebaje del acerado en diferentes zonas, labores que continúan en la actualidad para llegar a todos los núcleos del Valle y que este sea mucho más accesible.
Pero si algo ha caracterizado a este enclave es por ser cuna y sede de uno de los prestigiosos equipos que ha llevado el nombre del pueblo, del municipio y de las Islas por muchos lugares: el Club de Lucha Rosario. Uno de los clubes históricos de la lucha se merecía la remodelación integral del terrero José Gutiérrez El Chaval, donde en poco tiempo, una vez que concluyan las obras, podrá tener su sede oficial. De esta manera, Valle de Guerra, vivero de este deporte autóctono por excelencia, contará con unas instalaciones modernas, accesibles y adaptadas, al nivel de este club de primera, en las que tantas alegrías se han vivido en los últimos tiempos.
El deporte es, por tanto, un claro referente en la vida de los valleros cuyo éxito, en todas sus vertientes, acredita el buen trabajo realizado por equipos de la talla del Club Deportivo Valle de Guerra, o el Club de Ajedrez Valledrez, el Club Baloncesto Comarca Nordeste o el equipo de Gimnasia Rítmica Achinet.
Como lo es también el Carnaval que aquí, en Valle de Guerra, se vive de manera especial con la alegría e ilusión de una de las comparsas históricas de esta fiesta, Los Valleiros, que volverán a lucir espectaculares fantasías y coreografías realizadas con mucho esfuerzo y dedicación en su local de la calle Barranco El Tanque.
Éxito social
Si se habla de éxito social, todas las miradas en Valle de Guerra se dirigen a su Centro Ciudadano. Un lugar abierto a todo aquel que tenga algo que aportar o compartir, un foco de actividad social y cultural donde conviven todos los colectivos de este pueblo, que no son pocos, y donde comparten espacio, los mayores, jóvenes y niños, además de la música, el folclore, la educación, la formación y las nuevas tecnologías.
El Centro Ciudadano se ha convertido en el punto neurálgico del pueblo, puesto que en él se aglutina la demanda de usuarios que acuden a la oferta municipal y además, a título particular, se utiliza como sede desde donde parten muchas de las demandas vecinales. Prueba de ello es la alta afluencia registrada en sus cuatro años de vida con una media mensual de 4.000 usuarios, unos 180 por día. Aquí hacen su vida diaria, por poner un ejemplo, asociaciones como la de Amas de Casa y las asociaciones de Mayores El Apio y El Boquerón, que han encontrado en él, el lugar perfecto para su esparcimiento.
Una de las grandes aspiraciones de los valleros se contempla en el futuro Plan General de Ordenación con el establecimiento de mejoras en la estructura urbana del pueblo, esto es, mejoras funcionales de la red viaria existente que conecte mejor las calles entre sí, caso del acceso al campo de fútbol, la construcción de un centro de mayores y una guardería y la proyección de un moderno auditorio junto a la Iglesia, que conllevará el impulso cultural y económico de este pueblo, como ellos se merecen.
Precisamente, el sector comercial ha dado un gran salto en los últimos tiempos. Los pequeños y medianos comercios de Valle de Guerra decidieron hace unos meses unir sus fuerza junto a los de la zona de Tejina, Bajamar y Punta del Hidalgo en una nueva asociación denominada Zona Comercial Abierta de la Comarca del Nordeste, con el objetivo de potenciar la actividad de este importante sector económico en estos pueblos.
Este colectivo empresarial, compuesto por unos 200 comercios asociados, es el segundo con mayor representatividad en el municipio lagunero y aglutina a tiendas de comercio tradicional de la rama de la restauración y los servicios y también ligadas al sector primario, reflejo de la variada realidad socioeconómica de esta importante zona lagunera.
Además, participan y organizan novedosas iniciativas para incentivar las compras entre sus vecinos y visitantes, como la Feria de Saldos y Oportunidades, o las interesantes actuaciones enmarcadas en la campaña navideña, entre otras muchas.
La música ocupa también una parte importante en el pueblo, su gran embajadora es la banda de música Nuestra Señora de Lourdes que cumple 16 años de andadura con importantes audiciones como mejor aval y la primera formación canaria en abrir, en agosto pasado, el desfile de carrozas en Disneyland París, en la capital gala, con una ovacionada actuación.
Valle de Guerra es también un pueblo solidario y como tal, ha aportado numerosas acciones encaminadas a favorecer a los que más necesitan. A ello se une la implicación del ayuntamiento que renueva cada año distintos convenios con organizaciones no gubernamentales como la partida de 29.000 euros asignada recientemente al colectivo Nuevos Caminantes que destinan tanto al transporte especial de sus usuarios, como a sus programas de intervención.
Con todo ello, Valle de Guerra se erige como uno de los enclaves naturales que alberga La Laguna en toda su extensión y que hace de este pueblo un lugar cuyo aroma ancestral sigue impregnado en cada uno de sus rincones.
FUENTE: ELDIA.ES +
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